Crimen
y castigo
Francisco
Antonio Miguel
Un
clásico inmortal fue llevado a la pantalla por Producciones Columbia a través
de Grand National Pictures. La obra fue protagonizada por Peter Lorre y Edward
Arnold. También participaron Marian March, Tala Direll,
Elisabeth Risdon, Robert Allen, Douglass Dumbrille, Gene Lockhart, Charles
Waldronj, Thuirston Arthur y Mrs. Patrick Campbell. La obra original
es de Fedor Dostoievsky, escrita en 1866. El guión cinematográfico se debe a S.K.
Lauren y Joseph Anthony, la fotografía a Lucien Ballard, A.S.C. el editor fue
Richard Cahoon y el director de arte Stephen Goosson, y la música estuvo a
cargo de Louis Silvers. Es una producción de B.P. Schulberg y dirigida por Josef von
Sternberg. En el preámbulo se lee: “Story is any time, the place
any place where human hearts respond to love and hate, pity and terror.” Esta historia
puede ocurrir en cualquier época y en cualquier lugar, ahí donde los corazones
humanos responden al amor y al odio, a la lástima y al terror.
Josef
von Sternberg fue un director norteamericano de origen austriaco. Von Sternberg
fue además el descubridor, para el cine, de Marlene Dietrich, en la primera
película sonora europea, El ángel azul, de 1930. Nació el 29 de mayo de 1894,
Viena, Austria y murió el 22 de diciembre de 1969, Hollywood, California,
Estados Unidos. En 1935, hizo Crimen y castigo, como encargo de llevar al cine
la obra homónima de Fiódor Dostoyevski, sin poder él elegir a sus actores.
Desde entonces, Sternberg fue espaciando cada vez más sus proyectos. De todas
maneras, el genio austriaco aún fue capaz de realizar grandes trabajos, como es
el caso de El embrujo de Shangai (The Shanghai gesture), en 1941.
Crimen
y castigo es una novela de carácter psicológico escrita por el autor ruso
Fiódor Dostoievski. Fue publicada por primera vez en la revista El mensajero
ruso, en 1866, en doce partes, y publicada después como novela. Junto con
Guerra y paz de León Tolstói, se considera que la novela es una de las más
influyentes e internacionales de la literatura rusa. Asimismo, los diálogos
mantenidos entre el protagonista, Raskólnikov, y el inspector de policía, son
considerados por algunos autores, como el prestigioso literato Stefan Zweig,
una de las cimas de la literatura universal.
Crimen
y castigo gira en torno a Rodión Raskólnikov. El protagonista es un estudiante
que apenas tiene para sobrevivir, ni siquiera a través de los esfuerzos de su
madre y su hermana. Rodión se indigna con Dunia porque quiere casarse con un
abogado, y él sabe que el matrimonio es por interés, para ayudar a Rodión. Así
que tiene la idea de matar y robar a Aliona Ivánovna, una vieja usurera
despiadada que guarda mucho dinero en su casa.
Raskólnikov
se ve obligado a asesinar también a Lizaveta, la hermana de la usurera, ya que
lo sorprende en el lugar del crimen. Pronto la policía se pone a investigar el
caso. El protagonista, como persona que usó los servicios de la usurera, es
interrogado por el comisario, que sospecha de él como uno de los autores e
intenta sorprenderlo con preguntas. Ello inquieta mucho a Rodión.
El
crimen deja a Rodión en gran confusión, se debate consigo mismo sobre si su
acción ha sido buena o mala. Confiesa a su amiga Sonia, una muchacha pobre y
buena, las razones de su crimen.
Rodión
no confiesa a su hermana el crimen, por lo menos no en los términos que sí lo
hizo a Sonia. Quien entera a Dunia del crimen, es Svidrigáilov, en el
transcurso de una entrevista llevada a cabo en su propia habitación (días
antes, éste envía una carta a Dunia en la que le expresa que su hermano es un
asesino.) Tiempo después, y tras dar vueltas sin sentido por la ciudad preso de
la embriaguez psicológica que lo embarga, Rodión es visitado en su paupérrima
alcoba por Dunia, quien con evidente amargura corrobora a partir de la
expresión de sus ojos, que los rumores sugeridos por Svidrigáilov son
verdaderos. Abrumado por las dudas sobre su acto, presionado por las dos
mujeres para que se entregue y acosado por la policía, Rodión no aguanta más y
se entrega para ser enviado por su condena a trabajar a Siberia. Sonia viaja
desde San Petersburgo, ciudad en la que se desarrollan los hechos de la novela,
a Siberia para cuidar de Rodión mientras cumple una condena de ocho años.
Nos cuentan que en algunos lugares del mundo algunos
escritores de este siglo XXI se han sobrepuesto a la literatura clásica del
siglo XIX y no sólo se han especializado en escribir novelas negras, sino que
previamente se ocupan de imaginar crímenes
con el fin de escribirlos desvirtuados, creando así modernas novelas de ficción
llamadas genéricamente Crímenes sin Castigo, y una que otra aún más aventurada
y abstracta llamada Crimen sin delito
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