Tito Chaín
La clave es el México profundo como escribió Bonfil una vez en un ensayo del siglo 20, una evocación perfecta de un mundo que han querido desaparecer pero que no se ha perdido porque comprende bien cuantas maneras hay de estar vivo, cuantas puertas hay, cerca de una, que el contacto de alguien puede abrir.
Una puerta avallasadora interrumpe en 1910 con las fuerzas destinadas a remover los relicarios de las niñas de la aristocracia; no tarda mucho, más bien, inmediato a los muertos, emergen las fortunas de figuras que a nombre del idealismo mostrarán el rostro del oportunismo casado con el dinero de la aristocracia y la burguesía, y juntos aun los vemos a “revolucionarios” y burgueses, haciendo la mueca del cinismo y diciendo "Si queremos que todo siga como está, necesitamos que todo cambie"
La frase simboliza la capacidad de los políticos baratos para adaptarse a lo largo de la historia a los distintos gobernantes de México, pero también la intención de la aristocracia de fingir aceptar las luchas de los pobres, sólo para poder conservar su influencia y poder.
Este “gatopardismo" o lo "lampedusiano" es en ciencias políticas el "cambiar todo para que nada cambie", paradoja expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957). La cita original expresa la siguiente contradicción aparente:
"Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie". "¿Y ahora qué sucederá? ¡Bah! Tratativas pespunteadas de tiroteos inocuos, y, después, todo será igual pese a que todo habrá cambiado". "…una de esas batallas que se libran para que todo siga como está".
Lampedusa se basa en la cita de Alphonse Karr "plus ça change, plus c’est la même chose" ("cuanto más cambie, es más de lo mismo"), publicado en enero de 1849 en la revista Les Guêpes (“Las Avispas”).
Para comprobar lo acertivo que es Alphonse Karr basta leer los diarios, noticieros y redes del siglo 21 veracruzano, para ver y escuchar, muy claramente, en estas últimas semanas del año 2016, que tras el escenario que muestran, detrás del telón, en la tramoya, a los “políticos” babeantes tanto del Partido Revolucionario Institucional (PRI) cómo del Partido de Acción Nacional (PAN) y partidos adyacentes diciéndose entre ellos "Si queremos que las cosas se queden como están"…, "las cosas tendrán que cambiar".
Sin embargo el México profundo, lo indios que formamos el verdadero México, perduraremos más que las falsas democracias de la aristocracia y más que la burguesía decadente y corrupta, todas sus invasiones nos molestan, pero van de paso, nosotros viviremos más y mejor, porque los indios mexicanos no queremos mejorar por la sencilla razón de que somos perfectos, nuestra vanidad es más fuerte que nuestra miseria.
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