Viernes 25 Septiembre, 2015
Ante los sucesos violentos que han acaecido en Veracruz en la administración de Javier Duarte de Ochoa, la filóloga e investigadora de la Universidad de Granada (UGR), María José Cano Pérez, expresó que dicho exacerbamiento no es propio de un Estado democrático, sino de una dictadura.
Cuestionada en torno al caso del multihomicidio en la colonia Narvarte, donde se ha señalado a autoridades de gobierno estatal, además de la brutal golpiza por parte de encapuchados a los estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV), dijo que tales acontecimientos recuerdan a la que en su momento fuera la España de Franco, régimen caracterizado por la represión política y económica de los opositores.
“Me deja extrañada, es propio de una dictadura no de un sistema democrático que hay aquí (en México), yo recuerdo eso cuando era joven en la época franquista, entonces algo está fallando, porque allí sí escuchabas normal que entraban unos matones a disparar y matar en un despacho de abogados laboralistas, pero hoy en día eso es inconcebible”, comentó para La Jornada Veracruz.
Añadió que, por tanto, es necesario analizar el tipo de presiones que existen sobre el sistema policiaco del estado ante la posibilidad de grupos extremistas, y objetó cómo en la República y en Veracruz no ha caído todo el peso de la justicia contra los responsables de dichos ataques.
Por otro lado frente al enorme reto que representa para la academia la sociedad veracruzana debido a la gran apatía, aislamiento y desinterés que impera en la mayoría de los ciudadanos para involucrarse en la agenda democrática no electoral, (La Jornada Veracruz 10/08/15) Cano Pérez estimó que para incentivar la cooperación es necesario, en primera instancia, ahondar en las razones por las que no hay reacción social.
La investigadora sentenció que la carencia de participación de los veracruzanos puede derivarse del temor de una sociedad ante la figura autoritaria del gobierno en turno.
“¿Cómo voy a salir como ciudadano a protestar si la justicia no me va a apoyar, si me van a detener, si voy a ser yo el delincuente? Entonces hasta que no estemos en confianza con una justicia independiente no habrá alto a la impunidad, y se puede conseguir porque por ejemplo sucedió con la mafia siciliana que mataba a los jueces y hoy en día no es la misma al instaurarse la justicia como la conocemos, pero tienen que ser los mismos gobernantes quienes apoyen la justicia independiente”, remarcó.
Para ejecutar estos planteamientos reconoció que sería necesario realizar los ajustes legislativos y acotó que mejorar la efectividad de la justicia es imperioso para poder resolver los conflictos derivados de la violencia a través de la conciliación.
Consultada con respecto a la premisa que expresó durante la conferencia magistral “Cultura, conflictos y paz”, en donde cita el significado del Capítulo 57 del libro bíblico de Isaías, que indica “no hay paz sin justicia” (también Isaías 32:17), y recordando que en la gestión del gobierno del estado actual ha empeorado la eficiencia de la justicia en Veracruz (La Jornada Veracruz 14/09/15) Cano Pérez enfatizó que es necesario que exista un sistema de impartición independiente del Estado.
Asimismo, debido a que la Iglesia representa la institución en la que más confían los veracruzanos (La Jornada Veracruz 10/08/15) la hebraísta y docta también en temas de religión hizo un llamado a dicha organización para utilizar su amplia influencia en la sociedad a modo de estimular la participación de la ciudadanía para el bien común.
Educación, respuesta a la violencia del Estado
En su ponencia, María José Cano expuso que si bien existen factores como la violencia estructural, donde el Estado vulnera a los habitantes, el camino de la cooperación y educación conducirá a hacia una cultura de la paz, donde si bien perfeccionar el concepto llega a ser utópico, se puede incidir en las nuevas generaciones como una vía menos nociva para solución de conflictos.
En el marco de los Diálogos interdisciplinarios por la paz, organizados por la Universidad Veracruzana, la investigadora manifestó que el enfoque global de la investigación es a través de un proceso dinámico que sufre modificaciones con el lenguaje.
Cano Pérez afirmó que los cambios cualitativos en el dominio social se vinculan con la desigualdad como nutriente de una población vulnerada a través de la privación de sus derechos humanos, donde las carencias principalmente económicas destacan.
La académica expresó que después de la Segunda Guerra Mundial el esquema globalizado de las políticas para la colaboración contra la violencia se traducen a la incorporación en el trabajo con organizaciones no gubernamentales (ONG) y Asociaciones Civiles (AC); nuevas formas de cooperación en ayuda humanitaria que comprometen a la academia en materia educativa dirigida a la promoción de la paz.
Es así como la migración y la formación de guetos en distintas zonas del mundo coadyuva en la creación de rasgos de identidad cultural apartada que, por su mismo carácter de aislamiento, pueden provocar situaciones de violencia extrema, tal es el caso dijo, de la relación entre el terrorismo y el fundamentalismo religioso.
De esta forma señaló, es necesario el reconocimiento de los otros como individuos para hallar valores compartidos entre distintas culturas, puesto que todas cuentan con aparatos intermediarios opuestos a la violencia.
De allí que la filóloga planteó encontrar “solidaridad universal” para la cooperación en diferentes ramas del conocimiento, encauzadas a la ética en la educación para transformar en favor del estado de paz la organización social y apelar a la cortesía, entendida como el respeto hacia los demás, recurrir a la otredad para conducir a cambios.
Sin embargo Cano Pérez puntualizó que la metamorfosis favorable de dichas propuestas se vislumbra a mediano y largo plazo, por lo que requiere del cometido docente, “el sueño de la razón produce monstruos”, sostuvo al evocar a Francisco de Goya.
Por último agregó que hay un sector importante de la sociedad que está apostando por la cultura de la paz y es por tanto menester brindarle respaldo al intercambio académico para conducir a ella, como conciliación entre sectores y eliminación de violencia estructural, sobre todo, entre la juventud.
Cuestionada en torno al caso del multihomicidio en la colonia Narvarte, donde se ha señalado a autoridades de gobierno estatal, además de la brutal golpiza por parte de encapuchados a los estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV), dijo que tales acontecimientos recuerdan a la que en su momento fuera la España de Franco, régimen caracterizado por la represión política y económica de los opositores.
“Me deja extrañada, es propio de una dictadura no de un sistema democrático que hay aquí (en México), yo recuerdo eso cuando era joven en la época franquista, entonces algo está fallando, porque allí sí escuchabas normal que entraban unos matones a disparar y matar en un despacho de abogados laboralistas, pero hoy en día eso es inconcebible”, comentó para La Jornada Veracruz.
Añadió que, por tanto, es necesario analizar el tipo de presiones que existen sobre el sistema policiaco del estado ante la posibilidad de grupos extremistas, y objetó cómo en la República y en Veracruz no ha caído todo el peso de la justicia contra los responsables de dichos ataques.
Por otro lado frente al enorme reto que representa para la academia la sociedad veracruzana debido a la gran apatía, aislamiento y desinterés que impera en la mayoría de los ciudadanos para involucrarse en la agenda democrática no electoral, (La Jornada Veracruz 10/08/15) Cano Pérez estimó que para incentivar la cooperación es necesario, en primera instancia, ahondar en las razones por las que no hay reacción social.
La investigadora sentenció que la carencia de participación de los veracruzanos puede derivarse del temor de una sociedad ante la figura autoritaria del gobierno en turno.
“¿Cómo voy a salir como ciudadano a protestar si la justicia no me va a apoyar, si me van a detener, si voy a ser yo el delincuente? Entonces hasta que no estemos en confianza con una justicia independiente no habrá alto a la impunidad, y se puede conseguir porque por ejemplo sucedió con la mafia siciliana que mataba a los jueces y hoy en día no es la misma al instaurarse la justicia como la conocemos, pero tienen que ser los mismos gobernantes quienes apoyen la justicia independiente”, remarcó.
Para ejecutar estos planteamientos reconoció que sería necesario realizar los ajustes legislativos y acotó que mejorar la efectividad de la justicia es imperioso para poder resolver los conflictos derivados de la violencia a través de la conciliación.
Consultada con respecto a la premisa que expresó durante la conferencia magistral “Cultura, conflictos y paz”, en donde cita el significado del Capítulo 57 del libro bíblico de Isaías, que indica “no hay paz sin justicia” (también Isaías 32:17), y recordando que en la gestión del gobierno del estado actual ha empeorado la eficiencia de la justicia en Veracruz (La Jornada Veracruz 14/09/15) Cano Pérez enfatizó que es necesario que exista un sistema de impartición independiente del Estado.
Asimismo, debido a que la Iglesia representa la institución en la que más confían los veracruzanos (La Jornada Veracruz 10/08/15) la hebraísta y docta también en temas de religión hizo un llamado a dicha organización para utilizar su amplia influencia en la sociedad a modo de estimular la participación de la ciudadanía para el bien común.
Educación, respuesta a la violencia del Estado
En su ponencia, María José Cano expuso que si bien existen factores como la violencia estructural, donde el Estado vulnera a los habitantes, el camino de la cooperación y educación conducirá a hacia una cultura de la paz, donde si bien perfeccionar el concepto llega a ser utópico, se puede incidir en las nuevas generaciones como una vía menos nociva para solución de conflictos.
En el marco de los Diálogos interdisciplinarios por la paz, organizados por la Universidad Veracruzana, la investigadora manifestó que el enfoque global de la investigación es a través de un proceso dinámico que sufre modificaciones con el lenguaje.
Cano Pérez afirmó que los cambios cualitativos en el dominio social se vinculan con la desigualdad como nutriente de una población vulnerada a través de la privación de sus derechos humanos, donde las carencias principalmente económicas destacan.
La académica expresó que después de la Segunda Guerra Mundial el esquema globalizado de las políticas para la colaboración contra la violencia se traducen a la incorporación en el trabajo con organizaciones no gubernamentales (ONG) y Asociaciones Civiles (AC); nuevas formas de cooperación en ayuda humanitaria que comprometen a la academia en materia educativa dirigida a la promoción de la paz.
Es así como la migración y la formación de guetos en distintas zonas del mundo coadyuva en la creación de rasgos de identidad cultural apartada que, por su mismo carácter de aislamiento, pueden provocar situaciones de violencia extrema, tal es el caso dijo, de la relación entre el terrorismo y el fundamentalismo religioso.
De esta forma señaló, es necesario el reconocimiento de los otros como individuos para hallar valores compartidos entre distintas culturas, puesto que todas cuentan con aparatos intermediarios opuestos a la violencia.
De allí que la filóloga planteó encontrar “solidaridad universal” para la cooperación en diferentes ramas del conocimiento, encauzadas a la ética en la educación para transformar en favor del estado de paz la organización social y apelar a la cortesía, entendida como el respeto hacia los demás, recurrir a la otredad para conducir a cambios.
Sin embargo Cano Pérez puntualizó que la metamorfosis favorable de dichas propuestas se vislumbra a mediano y largo plazo, por lo que requiere del cometido docente, “el sueño de la razón produce monstruos”, sostuvo al evocar a Francisco de Goya.
Por último agregó que hay un sector importante de la sociedad que está apostando por la cultura de la paz y es por tanto menester brindarle respaldo al intercambio académico para conducir a ella, como conciliación entre sectores y eliminación de violencia estructural, sobre todo, entre la juventud.
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