martes, 4 de abril de 2017

La políitica de identidad del varón occidentalizado









Sabio varón  no occidental difusor de la ciencia 


La política de identidad del varón occidentalizado


Frente a la  "política de identidad" hegemónica que siempre privilegió la belleza occidental y cristiana, sus conocimientos, sus tradiciones, su espiritualidad y su cosmología mientras consideraba inferiores y subalternas la belleza no occidental y no cristiana y sus conocimientos y tradiciones, y su espiritualidad y cosmología, los sujetos considerados inferiores y subalternos por esos discursos hegemónicos desarrollaron su propia "política de identidad" como reacción contra el racismo de los otros sujetos.

Este proceso es necesario como parte de un proceso de autovaloración en un mundo racista que los considera inferiores y los descalifica en su humanidad. No obstante, este proceso de afirmación identitaria tiene sus límites si es que conduce a propuestas fundamentalistas que invierten los términos binarios de la hegemónica tradición de pensamiento filosófica eurocentrista, sexista y racista de los varones "occidentales".

Por ejemplo, si se supone que los grupos étnicoraciales no occidentales subalternos son superiores y que los grupos étnico-raciales occidentales dominantes son inferiores, sólo se están invirtiendo los términos del racismo occidental hegemónico sin superar el problema fundamental, o sea, el racismo que considera que algunos seres humanos son inferiores y eleva a otros a la categoría de superiores por razones biológicas o culturales (Grosfoguel, 2003).

Otro ejemplo es el de aceptar - como lo hacen algunos fundamentalistas afrocentristas y del Islam - los discursos fundamentalistas eurocentristas hegemónicos de que la tradición europea es la única que es natural e inherentemente democrática, mientras que se presupone que los "otros" no europeos son natural e inherentemente autoritarios, y le niegan al mundo no occidental (que, obviamente, son diferentes de la democracia liberal occidental) los discursos democráticos y sus formas propias de institucional democrática (ejemplo, el mandar obedeciendo zapatista con su institucionalidad en los “caracoles”).

Como resultado, estos fundamentalistas eurocentristas de corte islamista o afro-centristas terminan apoyando al autoritarismo político, que es lo que hacen todos los fundamentalistas del Tercer Mundo cuando aceptan la falsa premisa del fundamentalismo eurocéntico de que la única tradición democrática es la occidental y, por consiguiente, se supone que la democracia no es aplicable en su "cultura" y sus "sociedades" no occidentales, defendiendo así las formas autoritarias y/o dictatoriales, monárquicas de autoridad política, lo cual meramente reproduce la forma invertida del esencialismo europeo.

La idea de que la "democracia" es inherentemente "occidental" y que las formas "no democráticas" son inherentemente "no occidentales" es uno de los binarios principales de los discursos fundamentalistas eurocentristas compartidas por sus variantes eurocéntricas invertidas, como, por ejemplo, los fundamentalismos "Tercermundistas".

Las "divisiones" que resultan de estas políticas de identidad terminan reproduciendo de manera inversa ese mismo esencialismo y fundamentalismo del discurso fundamentalista eurocentrista hegemónico. Si definimos el fundamentalismo como las perspectivas que suponen que su propia cosmología y epistemología son superiores y como la única fuente de verdad, inferiorizando y negando la igualdad a otras epistemología y cosmologías, entonces el eurocentrismo no es simplemente una forma de fundamentalismo sino el fundamentalismo hegemónico más peligroso en el mundo de hoy. Es la más peligrosa no solamente por tener los medios políticos-epistémicos institucionales y militares de imponerse a nivel mundial sino por ser la matriz epistémico que genera todos los otros fundamentalismos en el mundo hoy.

Los fundamentalismos tercermundistas (afrocentrista, islamista, indigenista, etc.) que emergen como respuesta al fundamentalismo eurocentrista hegemónico y que la prensa "occidental" coloca en las portadas de los diarios todos los días son formas subordinadas de fundamentalismo eurocentrista en cuanto que reproducen y dejan intactas las jerarquías binarias, esencialistas y raciales del fundamentalismo eurocentrista (Grosfoguel, 2009).

En resumen, la consecuencia política de esta discusión epistemológica es que la base fundacional de las discusiones contemporáneas sobre la política del Islam, sobre la democracia y sobre la llamada "guerra al terrorismo" es un "terrorismo racial occidental" contra el mundo “bárbaro”, “salvaje” considerado como “no occidental”.

Es la realización de la fantasía acerca del “choque de civilizaciones” del profesor Samuel Huntington de la Univeridad de Harvard.

El racismo/sexismo epistémico "occidental", al inferiorizar las epistemologías y cosmologías "no occidentales" y privilegiar la epistemología "occidental" como la forma superior de conocimientos y como la única fuente para definir los derechos humanos, la democracia, la ciudadanía, etc., termina descalificando lo "no occidental" como incapaz de producir democracia, justicia, derechos humanos, conocimiento científico, etc.

Esto se basa en la idea esencialista de que la razón y la filosofía se encuentran en "Occidente" mientras que el pensamiento no racional se halla en "todo el resto del mundo”. En esta premisa se juega con la vida de millones de personas en el mundo.

Fuente:
Revista ASTROLABIO, ISSN 1668-7515
nueva época. NÚMERO 6, 2011
ISLAMOFOBIA EPISTÉMICA Y CIENCIAS SOCIALES COLONIALES
EPISTEMIC ISLAMOPHOBIA AND COLONIAL SOCIAL SCIENCES1
Ramón Grosfoguel
Ramón Grosfoguel es Profesor Asociado de Estudios Étnicos en la Universidad de California, Berkeley, y Principal Investigador Asociado de la Maison des Sciences de l´Homme de Paris. Ha publicado numerosos artículos y libros sobre la economía política del sistema mundial y sobre las migraciones de caribeños a Europa y los Estados Unidos de Norteamérica.

grosfogu@berkeley.edu

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